10 OPACIDAD CONTINUA DEBIDA AL HELIO
10.1 Contribución del HeI y HeII
Puesto que el He es el elemento más
abundante después del hidrógeno en la gran mayoría de las estrellas, podría
pensarse que su contribución al coeficiente de absorción continua debe ser
también apreciable. Ciertamente, en algunas estrellas con abundancias
anormalmente grandes de He, la opacidad continua puede estar dominada por este
elemento químico. Recordemos que el He se observa en los espectros estelares,
tanto en estado neutro como en estado una vez ionizado. Sin embargo, dado que
el potencial de ionización del HeI es bastante elevado (24.58 eV), su contribución se aprecia sólo en
estrellas O y B a elevadas temperaturas, en las cuales el H está fuertemente
ionizado. Los primeros niveles del HeI tienen energías de excitación de
alrededor de 20 eV y el borde de
absorción a partir del nivel fundamental yace en 504 Å, de manera que la
contribución de este elemento será importante sólo en el ultravioleta lejano de
estrellas tempranas. Como en el caso del H, el coeficiente de absorción del HeI
en una determinada longitud de onda, se obtiene sumando las contribuciones de
cada uno de los continuos que se extienden más allá de las diferentes series
espectrales de este elemento. Para una temperatura típicamente solar (6000 oK),
la fórmula de Boltzmann (4.3) implica:
, (10.63)
en la cual el
cociente indica la fracción de átomos de He en el primer nivel excitado (n = 2) respecto de átomos de He en el
nivel fundamental (n = 1). A estas
temperaturas prácticamente todos los átomos de He se encuentran en el nivel
fundamental. Si bien pueden ocurrir transiciones ligado-libre desde el nivel
fundamental en longitudes de onda más cortas que l = 504 Å, es muy pequeña la radiación que emite el Sol en esta
región del espectro.
A muy elevadas temperaturas, características de las estrellas O, tanto el H como el He se encuentran altamente ionizados. En estas condiciones, la contribución del HeII como fuente de opacidad continua puede comenzar a ser importante. Este ión consiste en un electrón y un núcleo con carga Z = 2, siendo su energía de ionización de 54.4 eV. Debido a que la opacidad del HeII depende fuertemente de la temperatura, normalmente puede despreciarse su contribución, excepto para las estrellas B0 o más tempranas. El HeII puede contribuir también en las capas más profundas de estrellas algo más frías que las mencionadas. Ueno et al. (1954) han publicado tablas con valores del coeficiente de absorción del HeI para temperaturas entre 10.080 oK y 50.400 oK y del coeficiente de absorción del HeII, para temperaturas entre 25.200 oK y 50.400 oK en ambos casos en la región del ultravioleta entre 228 Å y 2279 Å.
10.2 El ión negativo del helio
El ión negativo del helio, denotado , se forma cuando un átomo de He con dos electrones y dos
protones, captura un tercer electrón y lo mantiene ligado al átomo. La energía
de ligadura del tercer electrón ligado es de 19 eV, es decir, se trata de una energía bastante apreciable. Al igual
que el ión
, el ión
no se puede excitar,
esto es, no existen posibles transiciones
ligado-ligado del
. Cualquier fotón con una energía hn mayor que 19 eV podrá
ionizar el ión
y transformarlo
nuevamente en un átomo de He neutro. Dado que la longitud de onda asociada a
este fotón es 652 Å, todos los fotones
con l £ 652 Å están en condiciones de producir transiciones ligado-libre del
. Estas transiciones, sin embargo, son despreciables para casi todas las estrellas, excepto quizás para
las estrellas O muy calientes. Esto se debe a que la gran mayoría de las
estrellas no irradian energías suficientemente grandes como para arrancar el
tercer electrón ligado al ión
.
Un proceso libre-libre del
ión ocurre por
interacción de un átomo de He neutro con un electrón con energía positiva. Si
el electrón libre moviéndose en el campo del átomo de He neutro absorbe un
fotón, cambiará su órbita hiperbólica, alejándose del átomo. Dado que las
energías que pueden ser absorbidas por este proceso son infinitas y varían con
continuidad, los procesos libre-libre del
contribuyen a la
opacidad continua. Estos procesos pueden ser importantes en particular para
longitudes de onda grandes y en estrellas frías. McDowell et al. (1966) y John (1968) han
calculado teóricamente el coeficiente de absorción continua
para las transiciones
libre-libre del
, y han incluído en sus cálculos las emisiones estimuladas.
El siguiente polinomio ajusta muy bien los resultados de McDowell et al. (1966)
:
, (10.64)
en el cual el
término exponencial está expresado en cm2
por átomo de HeI y es la abundancia
relativa (por número de átomos) del He respecto del H; es decir,
= (HeI+HeII)/NH representa el cociente entre el número de partículas
de helio (HeI + HeII), por unidad de
volumen, sobre el número
de partículas de
hidrógeno (HI + protones), por unidad
de volumen. Nótese que el factor entre corchetes en (10.64) tiene en cuenta la
ionización del He a elevadas temperaturas. En efecto, si se aplica la fórmula
de Saha (4.16) al átomo de He, se tiene :
, (10.65)
en la cual el
primer miembro representa el cociente entre el número de átomos de He
ionizados, por unidad de volumen, respecto del número de átomos de He neutro,
por unidad de volumen, y es la función de
partición correspondiente al He neutro. La (10.65) puede escribirse como :
, (10.65)
de manera que el
coeficiente en (10.64) resulta expresado en cm2 por partícula
de H y por unidad de presión
electrónica. Los coeficientes
en (10.64) son :
Además de los iones negativos y
, existen también iones negativos correspondientes a otros
elementos químicos o a compuestos moleculares que aportan a la opacidad
continua. Brascomb y Pagel (1967), por ejemplo, analizaron la posible
importancia astrofísica de la absorción producida por iones negativos tales
como
,
,
,
y
. Estos autores llegaron a la conclusión de que los iones
negativos
y
son los más
importantes. Por su parte, Vardya (1967) ha mostrado que otros iones negativos
tales como
,
y
, se presentan con cierta abundancia en estrellas tardías y
es posible que en ellas estos iones contribuyan levemente.