2.1 CONCEPTOS BÁSICOS SOBRE EL
EQUILIBRIO TERMODINÁMICO
Objetivo: Queremos describir los espectros estelares
Sabemos que existen diferentes clases de espectros
Para conocer el estado de la materia en situaciones de interés astrofísico necesitamos conocer las poblaciones relativas de los distintos niveles de energía de los átomos, la fracción de átomos una o más veces ionizados, la cantidad de moléculas existentes con respecto al número de átomos, la distribución de velocidades de todas estas especies mencionadas y, además, debemos conocer la distribución de la radiación en función de la longitud de onda.
Nuestro interés está centrado en atmósferas de estrellas normales en un rango de temperaturas comprendido entre 2.000 °K y 45.000 °K aproximadamente. Estamos además interesados en describir atmósferas en estado estable, sin turbulencia ni escape o eyección de materia.
Conviene destacar que un estado estacionario no implica necesariamente equilibrio térmico.
En efecto, en las atmósferas estelares que consideraremos, las condiciones no
cambian por largos períodos de tiempo y, en ese sentido, se dice que se
encuentran en estado estacionario. Pero ocurre que en las atmósferas de las
estrellas existen gradientes de temperatura y, por lo tanto, ellas no se
encuentran en equilibrio térmico.
¿Cómo es posible imaginar un sistema en equilibrio térmico? Simplemente como una cavidad hipotética con un gas en su interior y cuyas paredes se encuentran a una temperatura T constante. En esas condiciones los átomos dentro de la cavidad se moverán rápidamente chocando unos con otros. Estos átomos absorberán fotones emitidos por las propias paredes de la cavidad y a su vez emitirán energía. Perderán y recapturarán electrones. Dejando que el sistema evolucione por un tiempo suficientemente prolongado, se llegará a una situación en la cual cada proceso es balanceado exactamente por el proceso inverso. Cada colisión en la cual un electrón cede energía a un átomo para excitarlo a un cierto nivel, es balanceada por un encuentro en el cual un átomo excitado se desexcita cediendo energía a un electrón. Por otro lado, cada ionización desde un cierto nivel se compensa con la correspondiente recombinación al mismo nivel. Así sucede con todos los procesos físicos posibles.
Cuando un conjunto de partículas alcanza este estado en el que cada proceso es balanceado por su proceso inverso, se dice que se encuentra en condiciones de Equilibrio Termodinámico Estricto (ETE) con la radiación.
Suele expresarse también que en dicho sistema existe balance detallado
de energía. Si a la cavidad hipotética de la que hablamos se le practica un
pequeñísimo orificio en una de las paredes, la energía radiante que podrá
escapar, aunque insignificante,
permitirá tener una idea del tipo de radiación proveniente de la cavidad.
Rigurosamente hablando el ETE es un estado al que se aproximan ciertos cuerpos
pero que nunca llega a ser completamente alcanzado. En dicho estado son válidas
las leyes de Boltzmann, Saha, Maxwell, Planck y la ley de disociación
molecular. Estas leyes describen completamente el estado de la materia en
equilibrio termodinámico estricto.
2.2 EMISIÓN Y ABSORCIÓN EN EQUILIBRIO TERMODINÁMICO.
LEY DE KIRCHHOFF
Es bien sabido que todo cuerpo, cualquiera sea su naturaleza o
geometría, emite energía en forma de radiación electromagnética. Cuanto más caliente
es el cuerpo, mayor cantidad de energía emite. La emisión de radiación es en
realidad el resultado de un gran número de procesos radiativos microscópicos
originados en la interacción de las partículas elementales de las que está
formado el cuerpo. La radiación emitida por un cuerpo no debe confundirse con
la radiación reflejada por el mismo y que lo hace visible. Una persona es
esencialmente visible por la luz que refleja y no por la radiación que emite
(radiación infrarroja). Al mismo tiempo, todo cuerpo, cualquiera sea su
naturaleza, absorbe parte de la radiación electromagnética que sobre él incide.
Precisamente, se denomina poder
absorbente de un cuerpo al cociente entre la radiación absorbida y la
incidente sobre el cuerpo. El poder absorbente varía entre cero y uno; es la
unidad si el cuerpo absorbe totalmente la radiación que sobre él incide, sin
reflejar ni transmitir nada. En ese caso el cuerpo se denomina cuerpo negro o radiador ideal. Obviamente que no existen en la naturaleza cuerpos
con las características del cuerpo negro. Los cuerpos recubiertos de una capa
de negro de humo o de negro de platino tienen un poder de absorción próximo a
la unidad sólo en un intervalo limitado de longitudes de onda. En el infrarrojo
lejano, sin embargo, sus poderes de absorción son significativamente menores
que la unidad.
La experiencia demuestra que la capacidad de emisión de un cuerpo está relacionada con su poder absorbente.
En efecto, supongamos un conjunto de cuerpos C1, C2,
C3,... incluidos dentro de una cavidad, la cual se mantiene a una
determinada temperatura T constante.
Supongamos además que dentro de la cavidad se ha hecho el vacío, de manera que
los cuerpos sólo puedan intercambiar energía entre sí o con la cavidad mediante
emisión y absorción de fotones. La experiencia demuestra que al cabo de un
cierto tiempo, el sistema de cuerpos Ci alcanza el equilibrio
térmico, esto es, todos adquieren la misma temperatura T, igual a la de la cavidad. Para que esto ocurra, es necesario que
cada cuerpo con una capacidad de emisión mayor (por unidad de tiempo y de
superficie) ceda energía a aquél con menor capacidad de emisión. Se deduce
entonces que este último cuerpo sólo podrá encontrarse a una temperatura T constante, igual a la de los restantes
cuerpos, sólo si posee también un mayor poder absorbente. Luego, de la
posibilidad del establecimiento del equilibrio termodinámico entre cuerpos que
sólo pueden intercambiar energía por emisión y absorción de fotones, se deduce
la necesidad de que exista proporcionalidad entre los poderes emisivo y
absorbente de los cuerpos.
Hemos dicho que todo cuerpo emite y absorbe radiación. Ambas propiedades, emisión y absorción, dependen de la longitud de onda y de la temperatura del cuerpo. En 1859 Kirchhoff dió una prueba experimental y matemática de la siguiente ley que lleva su nombre:
en condiciones de equilibrio termodinámico, la relación entre el poder emisivo y el poder absorbente, es para todos los cuerpos una misma función de l y T.
Esta relación es igual al poder emisivo del cuerpo negro para dicha l y T. Es decir que si e1(l,T), e2(l,T), ..., en(l,T)
representan los poderes emisivos de varios cuerpos y A1(l,T), A2(l,T), ...An(l,T) sus correspondientes
poderes absorbentes, dando a l y a T un valor fijo y único
para todos los cuerpos y llamando e0(l,T)
y A0(l,T) a los correspondientes
valores del cuerpo negro, la ley de
Kirchhoff establece :
(2.1)
La mencionada ley puede entonces escribirse de la siguiente forma :
(2.2)
De modo que si un cuerpo – cualquiera sea su forma, tamaño o composición
química - es capaz de emitir radiación de una cierta longitud de onda, será
también capaz de absorber radiación de la misma longitud de onda y, viceversa,
si un cuerpo no emite radiación en una determinada longitud de onda, tampoco
podrá absorber radiación de esa longitud de onda. En otras palabras, cada
cuerpo, independientemente de su forma, densidad, tamaño o composición química,
tiene el poder de absorción máximo para la radiación que tiende a emitir y la
emisión de energía depende sólo de l y de T. Es conveniente reiterar que la mencionada ley de Kirchhoff es válida en condiciones de equilibrio
termodinámico.
2.3
RADIACIÓN DEL CUERPO NEGRO
Volvamos por un instante al ejemplo de la cavidad hipotética con gas a
temperatura constante, mencionada en la sección anterior. Es evidente que el
pequeño orificio practicado en dicha cavidad no podrá alterar
significativamente el estado de equilibrio termodinámico alcanzado por el gas
en su interior, después de haber transcurrido un tiempo suficientemente largo.
Dicho orificio, sin embargo, servirá para observar experimentalmente qué clase
de radiación emerge de la cavidad. La experiencia muestra que dicha radiación
depende exclusivamente de la longitud de onda l y
de la temperatura T. Además, la
radiación proveniente de la cavidad es no polarizada, isotrópica y continua. Es
continua debido a que, no obstante existir procesos que dan origen a radiación
discreta (líneas), al estar considerando un cuerpo infinitamente opaco, la
radiación que se produce en su interior es absorbida y reemitida muchas veces
antes de salir del cuerpo. En esas condiciones, la energía se distribuye entre
las distintas longitudes de onda y el resultado, en el límite de opacidad
infinita (cuerpo negro), es un espectro continuo independiente del material.
La radiación de un cuerpo negro se describe mediante
la función o Ley
de Planck:
, (2.3)
en
la cual Bl(T) representa la energía emitida
hacia el vacío por la unidad de superficie del cuerpo negro, dentro de la
unidad de ángulo sólido, en la unidad de tiempo y por unidad de intervalo de
longitud de onda. La función de Planck (2.3) suele también escribirse de la
siguiente manera :
,
(2.4)
en
la cual c es la velocidad de la luz y las constantes C1 = 2hc2
y C2 = hc/k, tienen los siguientes valores :
C1 = 1.1909 x 10-12
watt cm2 estereorradian-1
C2 = 1.43879 cm °K
La función de Planck es una función distribución y, por lo tanto,
expresa la cantidad de energía emitida en un cierto intervalo de longitud de
onda. Por ello, si se desea expresar la función de Planck por intervalo de
frecuencia, en lugar de hacerlo por intervalo de longitud de onda, debe tenerse
en cuenta que intervalos de longitud de onda no se corresponden con iguales
intervalos en frecuencia. Sin embargo, si B(n,T) representa la función de Planck por intervalo de frecuencia, debe
cumplirse la siguiente relación :
(2.5)
Puesto que l = c/n, se tiene :
(2.6)
En consecuencia, de (2.4) y (2.5) resulta :
(2.7)
o su equivalente :
(2.8)
Aquéllos interesados en dicha deducción pueden encontrarla en Aller (1963).
La Figura 2-1 ilustra de qué manera varían las curvas de Planck con la temperatura del cuerpo negro. El máximo de dichas curvas se desplaza hacia las longitudes de onda más cortas a medida que la temperatura aumenta. Volveremos sobre este punto al describir las leyes del desplazamiento de Wien.
Dado que la función de Planck no incluye ninguna dependencia angular, la misma no depende de la dirección de emisión que se considere. En consecuencia, un campo de radiación caracterizado por la función de Planck es isótropo. Cuando describamos las propiedades de un campo de radiación isótropo, veremos que una de éstas establece que la radiancia monocromática en cualquier punto de dicho campo es igual al producto de p por la intensidad específica monocromática en ese punto.
Entendemos por radiancia monocromática L(l), la cantidad de energía emitida a todo un semiespacio por la unidad de área, en la unidad de tiempo y por unidad de intervalo de longitud de onda.
Para el caso particular de un cuerpo negro, la intensidad específica
monocromática Il coincide con la función de Planck. Luego :
Lcn(l) = p Bl(T),
(2.9)
en
la cual Lcn(l) representa la radiancia monocromática del
cuerpo negro. Si integramos la (2.9) en todas las longitudes de onda obtendremos
la radiancia integrada del cuerpo negro, esto es, la cantidad total de energía que emite la unidad de
área de dicho cuerpo, a todo un semiespacio y en la unidad de tiempo. Dicha
cantidad será :
(2.10)
De (2.7) y (2.10) resulta :
Para resolver la integral de (2.11) es usual llevar a cabo el siguiente cambio de variables :
,
del
cual resultan :
La expresión (2.11) se transforma ahora en la siguiente :
(2.12)
Dado que la integral del segundo miembro de (2.12) vale p4/15, se tiene :
(2.13)
Puede mostrarse que el término constante
entre paréntesis de la expresión anterior es igual a 5.67 x 10-8 Joules seg-1 m-2 °K-4.
Denotando con s a esta constante, resulta la expresión :
Lcn = s T4 , (2.14)
conocida
como ley de
Stefan-Boltzmann.
2.5
APROXIMACIONES A LA LEY DE PLANCK
Reemplazando C2 por
hc/k en (2.4) resulta la siguiente
expresión para la función de Planck :
(2.15)
Para la región infrarroja del
espectro o bien para las ondas de radio, es válida la desigualdad hn << kT. Desarrollando en serie de Taylor la exponencial de (2.15) y
despreciando términos de orden superior, tenemos :
Reemplazando este desarrollo truncado en la expresión (2.15) y teniendo
en cuenta que n = c/l, resulta :
(2.16)
La (2.16) es conocida como la ley de Rayleigh-Jeans y representa una buena aproximación para la región del infrarrojo y las ondas de radio.
En la región ultravioleta del espectro es válida la desigualdad hn >> kT. En consecuencia, el paréntesis del denominador de (2.15) se reduce
simplemente a la exponencial sin la unidad y la función de Planck resulta ahora
:
(2.17)
La (2.17) es la aproximación de Wien, válida para la región ultravioleta del espectro.
2.6
LEYES DEL DESPLAZAMIENTO DE WIEN
Las leyes del desplazamiento de Wien indican de qué manera se desplazan los máximos de las curvas de Planck con la temperatura y cómo varía el área interior a una curva de Planck, a medida que cambia la longitud de onda correspondiente al máximo de emisión de energía. La primera ley establece que la longitud de onda lmax correspondiente al máximo de emisión de energía de una curva de Planck a temperatura T, es inversamente proporcional a dicha temperatura. Es decir :
lmax T = C, (2.18)
en
la cual C 0.29 cm °K.
Para demostrar esta primera ley basta derivar la función de
Planck y encontrar para qué valor de l se produce el máximo de dicha
función. Al derivar la expresión (2.3) con respecto a l e igualar a cero, resulta :
Reordenando términos se tiene:
Haciendo el cambio de variables x = hc/(klT), la igualdad anterior se transforma en la siguiente :
5 – x = 5 e (2.19)
El primer miembro de (2.19) representa una recta, en tanto que el segundo es una función exponencial. El valor de x que soluciona la ecuación transcendente (2.19) es la intersección de ambas curvas. Es fácil mostrar que la solución es muy próxima a x = 5, (Figura 2-2). Luego :
O bien :
Reemplazando las constantes numéricas en la igualdad anterior se obtiene la primera ley del desplazamiento de Wien :
La segunda ley del
desplazamiento de Wien establece que la energía total emitida
por el cuerpo negro es inversamente proporcional a la cuarta potencia de lmax. Esta ley es inmediata si
se tiene en cuenta que de (2.9) y (2.14) la energía total emitida por el cuerpo
negro es :
(2.20)
Reemplazando (2.18) en la expresión anterior, obtenemos :
(2.21)
en la cual a = s C4/p es una constante.